Las empresas están en búsqueda constante de nuevas formas de optimizar los procesos productivos, de encontrar nuevas tecnologías para ahorrar tiempo y costes en la cadena de suministros y logística y de poder tener un mayor control sobre los activos de su empresa.
Por ello, por ello cada vez más empresas están interesadas en la tecnología RFID y sus múltiples aplicaciones. Cada vez la tecnología RFID se amplía a más sectores como el de la alimentación, el de la automoción, o la industria química, entre otros muchos sectores.
La tecnología en el sector retail, por ejemplo, cada vez se opta más por esta tecnología por radio frecuencia, que permite ahorrar mucho tiempo en la gestión de inventarios, además de otras ventajas. Se han dado cuenta de todas las mejoras que puede proporcionar en su cadena logística y lo están aprovechando. Por ello empresas como Inditex, El Corte Inglés o Mango ya utilizan este sistema.
Hoy queremos hablar de un tema que conocemos muy bien: la aplicación de la tecnología RFID. Explicaremos, además, su funcionamiento y todas las ventajas que puede aportar en una empresa.
Antes de comenzar a hablar de todas las maravillas que el RFID puede ofrecer a tu empresa, veamos qué es exactamente. Primero tenemos que destripar su significado: RFID son las siglas que, en inglés, hacen referencia a Radio Frequency Identification. Traducido significa identificación por frecuencias de radio. Se trata de un sistema de identificación.
Para que puedas hacer una comparación familiar, el código de barras es otro sistema de identificación, pero a diferencia del método de las barras blanca y negras, la tecnología RFID utiliza ondas de radio para comunicarse con un microchip, por lo que se puede leer sin contacto directo ni es necesario que el tag RFID esté visible para poder leerlo. Este chip puede estar colocado sobre muchos tipos de soportes, como por ejemplo un tag o etiqueta RFID, una tarjeta o un transpondedor.
Aunque el término RFID puede ser que no te suene tanto, seguramente estés utilizando su tecnología en tu día a día sin siquiera saberlo. Cuando pagas de manera automática en parkings o autopistas, cuando utilizas una tarjeta de acceso o cuando compras una camisa con contactless, estás usando la tecnología de identificación por radiofrecuencia o RFID.
La función de la RFID es identificar y transmitir información de un objeto a través de ondas. Para ello se sirve de una etiqueta RFID que le permite identificar, almacenar y transmitir los datos que contenga. La tecnología que se utiliza es la radiofrecuencia que funciona de la siguiente manera: la antena envía una onda de radio que activa el chip RFID, este devuelve la onda a la antena con la información que contiene a la antena y posteriormente el lector procesa esta información.
La codificación que tiene cada tag identifica de forma única cada uno de ellos, eso hace que aumente la seguridad del sistema. También, permite realizar la lectura de forma prácticamente instantánea, a distancia y sin necesidad de línea de visión.
Estas características hacen que los trabajadores tengan mayor libertad para operar, aumentando la eficiencia al reducirse las operaciones que deben realizar. Por si todas estas características fuesen pocas, esta tecnología permite alargar la vida de las etiquetas, evitando que se dañen gracias a la lectura sin contacto y además, estas etiquetas RFID pueden incluso ser reescritas, alargando todavía más su vida útil.
Para instalar un sistema RFID necesitas como componentes básicos una antena, un lector y una etiqueta (RF-tag) RFID. Dependiendo del tamaño y la configuración de tu almacén, puede que también tengas que instalar arcos de lectura o portales RFID, que son soluciones completas de sistemas RFID que ofrece Dipole. Estos portales son muy útiles si necesitas una lectura o detección de objetos que van dentro de palets o carretillas. En cuanto pasan por una puerta o punto de acceso equipado con un portal RFID se detectan y no necesitas hacer nada más, esa lectura ya queda registrada. Se trata de una herramienta indispensable para construir un almacén inteligente.
El lector, a su vez, se puede comunicar con el sistema central del cliente (ERP), donde se actualizan los datos instantáneamente. Además, todos ellos se transmiten de manera segura, por lo que se reduce cualquier posible error. Por eso muchos almacenes de logística ya están utilizando esta tecnología, ya que mejora la trazabilidad de los productos. Otro sector que ha visto las enormes posibilidades de esta tecnología es el de la sanidad, donde cualquier problema de comunicación de los datos podría tener graves consecuencias para el paciente.
Las posibles aplicaciones de esta tecnología son inumerables igual que sus beneficios. Actualmente empresas de cualquier sector se interesan por sistemas RFID para mejorar sus procesos, y por eso no se le puede poner límite a las posibles aplicaciones que pueda tener el RFID. Aun así, hemos mencionado algunos de los sectores en los que la RFID ya ha supuesto un cambio a mejor, es necesario mencionar otros para los que también ha supuesto un gran avance:
En este caso, es imperativo que todos los productos que entran y salen de un almacén (además de aquellos que se devuelven) estén documentados y registrados a la perfección. El sistema RFID permite eliminar los errores que se puedan cometer con otros tipos de sistemas. No podemos olvidar que los datos que se obtienen son instantáneos, por lo que también se agiliza mucho el proceso y se elimina el trabajo improductivo del personal.
En este sector hay que tener controladas las fechas de envasado y caducidad de los productos, esenciales para garantizar la seguridad de las personas que después los consumen. También se necesita llevar la cuenta del número de lote de esos productos, de manera que se sepa en todo momento dónde está hecho, distribuido y vendido. Así, en caso de que haya un problema y sea necesario retirarlo, pueda localizarse casi al momento.
Lo hemos comentado antes, pero para el control de productos sanitarios, así como de análisis y otras pruebas que se realicen a los pacientes, le etiqueta RFID puede ser de gran ayuda. También para los pacientes que ingresen en el hospital, cuya etiqueta ofrecerá a cualquier trabajador del recinto su historial completo. Las pruebas que se le vayan realizando se irán actualizando en ese mismo número, lo que mantiene informados a tiempo real a cualquier enfermero o médico que lo necesite.
La etiqueta RFID ayuda a tener un control de los productos que se encuentran en la biblioteca, de su código y de los que se llevan los usuarios. Permite saber si ya los han devuelto e, incluso, conocer las tendencias de consumo. En muchas bibliotecas hoy en día ya se pueden hacer las reservas y las devoluciones de forma automática con RFID sin la necesidad de que la gestión la haga una trabajadora de la biblioteca.
Este sector, como el de la alimentación, utiliza este tipo de tecnología para identificar el estado de cada animal, tanto cuando vive como cuando ha sido sacrificado. Si ocurriese algún problema con los animales, ese número de identificación ayudaría a resolverlo lo antes posible.
La tecnología RFID en este campo sirve tanto para controlar el número de personas que entran como para saber si la entrada o pase utilizado es auténtico. Es extremadamente útil en congresos, ferias, accesos deportivos…
En este campo, su principal objetivo sería el de automatizar procesos, reducir errores y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Así se consigue una empresa más eficaz, lo que repercute directamente en unos mejores resultados, mayores márgenes de beneficios y poder tener un escalado de negocio mayor.
Como hemos comentado al principio, el mundo del retail es uno de los sectores que vio claramente las posibilidades de identificar sus productos con etiquetas RFID. El objetivo era poder identificar todos los productos producidos, distribuidos, vendidos y devueltos y poder automatizarlos para evitar errores y reducir coste.
Tener una identificación precisa y eficiente en laboratorios es esencial para poder garantizar los mejores resutlados. La tecnología RFID consigue optimizar todos los procesos de identificación y trazabilidad pudiendo controlar temperaturas y ubicaciones de las muestras.
Ahora que hemos explicado en qué consiste la tecnología RFID y sus aplicaciones, veamos qué ventajas puede generar en una empresa:
Como has podido comprobar, el sistema RFID aporta muchas ventajas útiles y prácticas a los sistemas de logística. En Dipole nos dimos cuenta del enorme potencial que esta tecnología podía ofrecer, así que comenzamos a investigar para solucionar los problemas que tienen las empresas en cuanto a identificación, etiquetado y captura de datos. Gracias a los recursos de I+D, nuestro equipo ha desarrollado soluciones para más de 7.000 instalaciones en clientes finales, cubriendo todas sus necesidades.
Si tienes alguna duda o necesitas asesoramiento para tu empresa o almacén, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te ayudaremos a encontrar la solución o el producto RFID que cumpla tus necesidades de negocio.
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