Ya explicamos en otro de nuestros posts qué era la tecnología RFID. Dentro de este tipo de tecnología por radiofrecuencia, una de las más conocidas es la NFC, otro tipo de comunicación del mismo medio cada vez más frecuente en nuestro día a día.
Una de las aplicaciones más extendidas del NFC es el sistema de pago a través del móvil, pero el NFC ofrece otras utilidades que ayudan a la digitalización de objetos o comunicación con máquinas. En este post explicamos de una forma más amplia qué es la tecnología NFC y cuáles son las diferencias con la tecnología RFID.
La tecnología NFC (cuyas siglas significan Near Field Communication), es un tipo de comunicación de campo cercano que permite conectar un dispositivo con otro con la finalidad de autentificarse o de transmitir información. Esta tecnología ayuda a convertir en una realidad el fenómeno conocido como Internet de las cosas (IoT), ya que permite una interconexión fácil y segura entre objetos.
Esta tecnología es capaz de intercambiar información digital a través de ondas de radio entre dispositivos de entre 10-20 centímetros entre emisor y receptor. Para encontrar su origen tenemos que remontarnos a principios del siglo XXI, cuando algunas empresas comenzaron a trabajar en una alternativa a la tecnología Bluetooth. Está integrada en la mayoría de los smartphones que salen al mercado hoy en día. Todos los smartphones a partir de la versión 4.0 de Android ya son compatibles. Apple lo integró a partir del iPhone 6, aunque con ciertas limitaciones.
NFC es una comunicación contactless, popular y muy utilizada en smartphones y otros aparatos electrónicos. Gracias a ella podemos, por ejemplo, pagar las compras con el móvil de forma sencilla. Aunque normalmente se piensa que NFC se utiliza para transferir archivos, la realidad es que se utiliza para emparejar rápidamente dos dispositivos bluetooth, guardar y leer etiquetas NFC e incluso para utilizar tarjetas de acceso.
El NFC usa el sistema de radiofrecuencia para su funcionamiento, concretamente, el espectro de radiofrecuencia de 13,56 MHz (como el HF RFID). Tiene una potencia de menos de 15 mA, lo que le permite una transmisión inmediata de datos en un rango de hasta aproximadamente 20 cm de distancia entre dispositivos. La capacidad de las etiquetas NFC varían según el tipo de chip que incorporen, pero por lo general tienen por lo general una capacidad de almacenaje de entre 96 y 512 bytes.
La tecnología NFC puede funcionar de 2 formas o modos diferentes:
El modo pasivo, por tanto, solo permite una comunicación unidireccional, en la que hay un solo dispositivo activo y el otro aprovecha ese campo para intercambiar la información. El modo activo permite una comunicación bidireccional.
La tecnología NFC necesita tan solo 200 microsegundos para conectarse y puede transmitir información a tasas de 106, 212, 424 u 848 Kbit/s. por lo que suele utilizar como la verificación de identidad y dispositivos.
Esta tecnología tiene la ventaja de ser rápida y sencilla de configurar en ámbitos totalmente dispares, entre los que destacan:
Aunque ambos métodos son utilizados para comunicarse inalámbricamente, RFID se refiere a la tecnología de identificación inalámbrica mediante ondas de radio en su totalidad. Por otro lado, los dispositivos NFC están diseñados específicamente para la comunicación inalámbrica de corto alcance mediante proximidad.
En ese sentido, los sistemas NFC son una parte de la tecnología RFID, es decir, se pueden considerar como una subcategoría dentro de RFID. La diferencia entre NFC y RFID es que la tecnología NFC es una comunicación de corto alcance, en cambio, el RFID cubre todos los rangos de frecuencia.
Las etiquetas NFC (Near Field Communication) son pequeños dispositivos de identificación inalámbricos que utilizan ondas de radio para transmitir información a corto alcance que cuentan con una antena, un chip NFC unido a la antena y un adhesivo para poder pegarla donde sea necesario, además de una superficie de papel, polipropileno u otro tipo de material. Estas etiquetas se pueden programar con cualquier información que sea necesaria. La capacidad de memoria interna de la etiqueta NFC dependiendo el chip que incorpore. En Dipole trabajamos con una gran variedad de chips diferentes para poder ofrecer la menor solución a nuestros clientes.
Para resumir, podemos decir que las etiquetas NFC son dispositivo de bajo consumo que permiten la transmisión de información a corto alcance de manera automática y sencilla. Esto las hace muy útiles en una gran variedad de aplicaciones.
La característica más importante en la que debes basarte a la hora de elegir un chip NFC es la capacidad de memoria que tengan, la durabilidad, lugar de aplicación y el formato.
Ahora ya conoces un poco mejor las diferencias dentro de las tecnologías RFID y, en especial, el sistema NCF, además de sus etiquetas. En Dipole llevamos años trabajando con los últimos avances en tecnología RFID y nuestra misión es poner solución a problemas sobre trazabilidad, identificación, etiquetado y captura de datos.
Gracias a los recursos de I+D, hemos desarrollado soluciones para más de 7.000 instalaciones en clientes finales, cubriendo todas sus necesidades. Te animamos a ponerte en contacto con nosotros para descubrir todos los beneficios que nuestros productos personalizados pueden otorgarte.
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